ARQUEOLOGÍA EN EL METRO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

viernes, 7 de diciembre de 2018

SUGERENCIA DE UN NUEVO ESCUDO PARA LA CIUDAD DE MÉXICO


Existen antecedentes históricos de los elementos iconográficos principales de la fundación de México-Tenochtitlán, que son el águila y el nopal.  Los frailes cronistas de la época Colonial recurrieron a la memoria de los sabios mexicas indígenas para sustentar la historia de ese pueblo. Renació la recreación en códices y reproducción de algunos más antiguos, además de documentos en la época novohispana en los que quedaron patentes los símbolos fundacionales de la identidad indígena. Algunos se muestran aquí para hacer esta sugerencia.

En la parte posterior del monolito mexica, Teocalli de la Guerra Sagrada, se aprecia de manera espectacular el águila y el nopal, con el símbolo atl-tlachinolli en el pico del ave. Este es uno de los antecedentes más importantes y originales de la cultura mexica.

Teocalli de la Guerra Sagrada, cara posterior.
Museo INAH. Sala Mexica. Foto del autor.

 Entre los años 1564-1566, se escribió un documento controversial conocido como Códice Osuna. De ese manuscrito se puede rescatar una de las imágenes que muestran la fallida expedición española a La Florida. Lo que importa señalar es que un grupo de indígenas con indumentaria y armas españolas siguen a un jinete que porta una bandera tipo guion en el que se aprecia un águila sobre el nopal, lo que demuestra que ese ícono seguía representando la legítima naturaleza del simbolismo indígena.

Pintura del gobernador, alcaldes y regidores de México. Códice Osuna
Biblioteca Nacional de España. Fuente https://www.wdl.org/es/item/7324/
Ilustración tomada de internet.

Otro manuscrito tipo códice de origen indígena de esa época, con glosas en náhuatl y castellano es del grupo Chavero Ixhuatepec, donde apreciamos los cuatro barrios fundacionales el México Tenochtitlán. San Pablo Teopan, San Sebastián Atzacualco, Santa María Cuepopan y San Juan Moyotlan. Los íconos que denotan los barrios son una abreviación glífica notable amoldada a una nueva escritura, aparte de las anotaciones en español.  Cabe mencionar que en esos cuatro barrios existieron pequeñas pirámides sobre las que se construyeron las primeras ermitas fundadas por Fray Pedro de Gante y que aún existen. En este códice, al centro de la ilustración (la ciudad), se ve el águila descendiendo sobre el nopal.

Códice de Ixhuatepec (parte); Codex Chavero.
American Museum of Natural History [Codex Chavero ff. 25v-33r]. Ilustración tomada de internet.


Ante la destrucción generalizada que se presentó en el transcurso de la conquista de México, algunos frailes que llegaron a la Nueva España, como se mencionó antes, se dieron a la tarea de rescatar su historia y frecuentemente intervinieron las manos indígenas para ilustrar nuevos códices o manuscritos de tipo legal o administrativo, por lo que comúnmente aparece el águila sobre el nopal como un símbolo referencial natural del lugar que se señala.

Otro de esos documentos es el MANUSCRITO 40 que trata sobre la historia mexica en el periodo de los años 1221 a 1594. La información que aquí nos es útil es también la referente a la representación gráfica de la fundación de México Tenochtitlán, donde se observa también la presencia del águila sobre el nopal. Los demás elementos y glosas hacen énfasis de ese hecho.

Esta recurrencia gráfica del águila sobre el nopal, determina el uso de esos símbolos como una identificación natural, auténtica, reconocida y perene de los mexicas.


Folio 8r del Códice MANUSCRITO 40
Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia


Antes de estos tres antecedentes novohispanos, en el año de 1542 el primer virrey Antonio de Mendoza, mandó realizar, más bien reproducir, un códice que hacía acopio de los tributos que se recaudaban de los poblados que habían estado bajo el dominio mexica. Conocido como Códice Mendocino, obedecía a una orden del monarca Carlos V que pedía esa información. Al centro del recuadro aparece el águila sobre el nopal con otros elementos glíficos que enfatizan la legitimidad incuestionable del emblema mexica de su identidad.

CÓDICE MENDOCINO Folio 2r
Biblioteca Bodleina de Oxford del Reino Unido

Este simbolismo del águila y el nopal es el que se sugiere como:

Nuevo emblema para la Ciudad de México

Por ser el más natural,  auténtico y legítimo que contiene lo más importante de la esencia de los fundadores de lo que hoy es la Ciudad de México, los mexicas, aunque se  esté perdiendo el nombre de Tenochtitlán.

Justificación

Es necesario señalar que el águila devorando una serpiente sobre un nopal (que se generalizó en la época novohispana) y como lo muestran los códices Aubín y Durán, o con un pájaro en el pico en el Manuscrito Tovar, no se sustentan en la descripción de la fundación de México Tenochtitlán, como se describe en la Crónica Mexicáyotl, obra de por Fernando Alvarado Tezozómoc, que es de las más veraces. Aunque existen algunas representaciones del águila con la serpiente en pico y garras en algunos códices prehispánicos, no hacen alusión al acto fundacional mencionado.
  • El emblema se desarrolla en un doble círculo.
  • En círculo exterior lleva las palabras CIUDAD DE MÉXICO.
  • En el círculo interior llevaría el águila sobre el nopal, sin la serpiente, como se ve en el Folio 2r. del Códice Mendocino y los ejemplos que se mostraron. El águila, como se representa, es el hecho fundacional de México-Tenochtitlán en el año de 1325, aunque el nombre de Tenochtitlán quedó relegado y fuera de la nomenclatura de nuestra ciudad.
  • El estilo de los elementos, el águila y el nopal, se reproducen de la manera más fiel al códice Mendocino.
  • Se omite la “X” detrás del águila por el crecimiento actual de la ciudad. Representaba los cuatro barrios principales de esa época: Teopan, Atzacualco, Moyotlan y Cuepopan y que aún existen.
  • El color de los elementos en esta sugerencia, son los que se ven en el códice.
  • Las letras CIUDAD DE MÉXICO tendrían un fondo color oro.
  • El prototipo o estilo final del emblema y la tipografía, con las especificaciones o modificaciones que se indicaran y producto de un acuerdo generalizado, estarían a cargo de un diseñador gráfico experimentado, pues esta ilustración está hecha de manera muy elemental.
  • En cuanto a la impresión de este emblema en un estandarte, se sugiere el color blanco.
  • Aunque la imagen es similar al ESCUDO NACIONAL, es diferente en su originalidad y contexto en cuanto su estilo y particular simbolismo.


Conclusión


Es innegable que la lengua y la cultura novohispana, además de la arquitectura civil y religiosa de lo que hoy es México, son una herencia invaluable, que se asimilaron y enriquecieron profundamente con lo que fue el México Antiguo (en referencia a sus culturas originarias), pero no debe persistir la naturaleza iconográfica de los signos de poder que siguen perdurando en el Escudo de la Ciudad de México.

Ese escudo, de hace 495 años, en sí mismo es un espejo de la barbarie que justificó un acto de conquista, se insiste, válido en su tiempo para la monarquía española, pero inadecuado para el México de hoy.

Debemos repensar que la única riqueza real de la humanidad, y que la identifica como tal, es su cultura. Nuestra herencia cultural es tangible y producto de nuestra sociedad en su proceso histórico. Con ese gran legado es posible proponer, establecer o diseñar un emblema conveniente y verdaderamente representativo que nos identifique.  Emblema porque no sería un “escudo de armas”; pues no es un escudo defensivo ni representa armas, términos belicistas o de “nobleza” en el contexto de una heráldica que nos es ajena.


El cambio del escudo de la Ciudad de México, con los argumentos antes expuestos invitan a una reflexión seria y responsable, como se mencionó al principio, alejados y ajenos a fobias o atavismos.


Se debe considerar que los testimonios aquí mostrados, por su valor, superan en sí mismos este trabajo.  Reconsiderar que es la propia historia, los hechos, circunstancias y sus protagonistas, que lo esperarían de nosotros como ciudadanos.


Procedería, así, que se analizara, organizar y proponer un Nuevo Emblema para la Ciudad de México. La intervención de historiadores, cronistas, diseñadores, además de la intervención y consenso de la ciudadanía en general, sería el proceso más natural para lograrlo.



Diciembre 2018
Ardán Carlo Montiel Jiménez
-ciudadano-
http://carloardanm.blogspot.mx

1 comentario:

  1. Citando: "La única riqueza real de la humanidad, y que la identifica como tal, es su cultura. Nuestra herencia cultural es tangible y producto de nuestra sociedad en su proceso histórico".

    Concuerdo con esto. Por eso mismo el escudo de armas de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de México debe prevalecer por siempre. Ni los mexicanos ni los capitalinos somos mexicas ni nos debemos a ellos. Las armas de México no son símbolo de vasallaje ni esas estupideces, es nuestra historia y nuestras raíces hispano-mestizas. ¿Acaso iría usted a Tlaxcala a quitarles sus armas, dadas por Carlos I, por ser un símbolo anacrónico de su victoria contra los mexicas?

    Las armas de México son un símbolo de victoria, y nosotros somos eso, descendientes de vencedores, y hemos de portarlas aún con orgullo en memoria de nuestros antepasados.

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